En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras la barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman recién llegado del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y las larguísimas bufandas.
Kate vive en un edificio tan antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.
En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras la barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman recién llegado del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y las larguísimas bufandas.
Título: El noviembre de Kate
Autora: Mónica Gutiérrez
Año de publicación: 2016
Editorial: Roca editorial
Género: Narrativa contemporánea, Feel good
Gracias a Roca Editorial por facilitarme el ejemplar
En un principio, esta novela me llamó muchísimo la atención porque su sinopsis me transmitía cierto encanto. Cuando investigué un poco, descubrí que era un libro considerado dentro del género Feel Good. El único requisito de este tipo de libros es que tengan como objetivo hacer sentir bien al lector. Así que, con curiosidad por este género (Poco a poco iré leyendo más de este tipo, para seguir hablándoos de ellos), me lancé a leer este libro.

Kate es una chica divertida, que sobrevive como puede en su trabajo, cuando le llega la oportunidad de colaborar en un pintoresco programa de radio en Longfellow, una ciudad cercana a la suya. Allí, con otros tres chicos, comienza una nueva etapa de su vida, que viene marcado por las advertencias del meteorólogo de la radio sobre una próxima y terrible tormenta de nieve. Tras las sesiones de radio que, según Kate descubre, son algo que la estimula muchísimo, la chica se deja caer por un bar escondido en un hotel, donde se reúne un grupo de chicos informáticos, con una pequeña centralita montada, tramando una venganza que a Don, el que lidera el grupo y el plan, no le deja seguir adelante con su vida.
De modo que ambos, Kate y Don, están atrapados en unas vidas insatisfactorias donde ellos mismos se ponen los límites. Y vamos, poco a poco, asistiendo a sus vidas, tanto la de Kate como la de Don, y a los elementos buenos que tienen en ella y que no aprovechan lo suficiente. En el caso de Kate son varios de sus amigos, incluidos algunos de sus nuevos compañeros del programa de radio, que no paran de animarla y de ver que podría empezar a atreverse a ser feliz, fuera de su soledad y su estresante trabajo. De parte de Don, nos encontramos a su familia, con su padre, su hermano y su enorme casa, siempre llena por los argonautas, dos gemelos vecinos, rubios e indistinguibles entre sí, todos paralizados por esa venganza que ven como está paralizando su vida.
De modo que, mientras los caminos de Don y Kate se van aproximando, y las personas a su alrededor se dan cuenta de ello. Y en el proceso, mientras la gran tormenta vaticinada se acerca, aunque nadie se lo cree del todo, vamos descubriendo a los personajes, y el rencor que se guarda en el interior de Don, o el patio secreto, casi mágico, que esconde Kate a modo de refugio. Y poco a poco, Kate se va adentrando en el mundo de Don, que no puede dejar de pensar en ella, con sus bufandas largas y su pelo flotante, y, cuando se da cuenta, ella ya está involucrada en su trama de espionaje cibernético y venganza sobre una malvada compañía fiscal.
Y cuando toda esta trama parece estar llegando a un punto clave, la famosa tormenta, esa que sabemos desde el principio que va a llegar, se desata con toda su fuerza, y los acontecimientos se van desatando mientras todo el mundo está encerrado debido a la nieve. Se mezcla una encantadora trama personal con todo el tema de la investigación de las cuentas cibernéticas, lo cual crea un contraste un poco extraño, pero que funciona bien.
Es una novela con unos personajes imperfectos, pero que, sin darse cuenta, están rodeados de detalles encantadores. El contexto de los personajes te hace, en cierto modo, querer vivir donde lo hacen ellos, para así, poder disfrutar del bar escondido del hotel, que parece un mascarón de proa de un galeón pirata, para poder ir al patio del viejo edificio de Kate, y pasar allí las tardes aunque haga frío, o pasar el fin de semana en la casa del padre de Don, probando su comida y andando en enormes y gruesos calcetines.
Por lo tanto, el libro consigue el objetivo que se marca al englobarse en el género Feel good. A mi, por lo menos, me ha hecho sentir bastante bien, por esa mezcla de detallitos llenos de magia que ayudan a sus protagonistas a seguir adelante e intentar ser felices. Es una novela encantadora, con unos protagonistas carismáticos a los que quieres ver con un final feliz, sin lugar a dudas, y unos secundarios entrañables, cada uno con su pequeña historia peculiar, porque la magia de esta historia la he encontrado en los pequeños detalles que diferencian a cada persona, a cada cosa, del resto.
UNA OBRA DE ARTE PARA ESTE LIBRO
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PRIMERAS NIEVES - ANDREW WYETH - 1959 |