Situada en una pequeña localidad de Nebraska a finales del siglo XIX, Pioneros relata una historia de inmigración y supervivencia cuya figura central es Alexandra, una valiente joven, que a la muerte de su padre, se hacer cargo de la familia y consigue sacar adelante sus tierras desafiando las convenciones sociales sobre el papel de la mujer.
Título: Pioneros (O Pioneers!)
Autora: Willa Cather
Año de publicación original: 1913
Editorial: Alba Editorial
Género: Clásicos
Pioneros ha resultado ser el libro escogido para leer en Enero en el Club Pickwick, ese club de lectura de clásicos del que ya os he hablado alguna vez. Esta primera lectura del año es un libro del que no había oído hablar, aunque si que me sonaba de algo su autora. Sin saber mucho sobre él, decidí comprarlo y aventurarme entre sus páginas.
Páginas que no son muchas. Es un libro que se lee en poco tiempo, no solo a merced de las aproximadas 260 páginas que gasta, sino a la agilidad de su narración y a la fluidez de una prosa que a menudo dibuja escenas e imágenes de gran belleza sumidas en el entorno y el desarrollo de la historia.
La novela comienza y termina en Alexandra, una chica de origen sueco, a la que conocemos siendo una joven, dispuesta a trabajar pese a las adversidades generadas por la tierra, en la zona menos poblada del Estados Unidos de finales del siglo XIX, y a la que iremos viendo evolucionar a lo largo de su vida a través de grandes saltos temporales. Al principio es una adolescente que sufre viendo como se apaga la vida de su padre y como va a tener que tomar importantes decisiones acerca de la gestión de las tierras, del modo de vida que llevarán y en el que, a todas luces, ella será la cabeza de familia, la que cargue con todos los deberes y con la evidente falta de luces de sus hermanos varones.
Mediante saltos temporales, vamos viendo como Alexandra permanece en la tierra que hereda de su padre, pese a todos los cambios y todas las adversidades que van surgiendo. Estas dificultades son de toda índole, desde la personal, con el abandono de numerosos vecinos, incluidos Carl Linstrum, su amigo más íntimo, hasta la natural, con una tierra difícil de trabajar, sequías, la oposición de sus hermanos a sus iniciativas... pero Alexandra se mantiene contra viento y marea, fuerte, hasta ir consiguiendo sus objetivos.
No obstante, esta narración ligera y entretenida abarca mucho más pese a su extensión. Se nos muestra una galería de secundarios muy atractiva, donde se tocan diversos temas, como la moral social de la época, o la estructura de la misma, resultando muy interesante por ver las divisiones según la procedencia de los pioneros que dan título a la novela, desde países como Francia, Noruega, Suecia, Bohemia... resultando muy interesante ver como conviven culturas tan distintas, transformándose poco a poco en una misma identidad cultural.
Alexandra es la figura principal tras la que emergen todas las tramas más secundarias, destacando la de su hermano pequeño, Emil, y la de su joven vecina y amiga, Marie Sabatha, sin olvidar la de Carl Linstrum. Pero frente a todas estas historias, fascinantes e intrigantes, Alexandra se revela como una mujer fuerte, siempre segura de sus decisiones, aunque vayan a contracorriente del mundo, o de lo que se espera de ella, desafiando a unas convenciones sociales a las que gana una y otra vez. Me encanta como el personaje demuestra ser inteligente, prudente, pero a la vez atrevida a la hora de seguir sus instintos, que han nacido de un razonamiento lógico. Sin duda, por ella, ya merece la pena leer esta obra.
Pero también merece la pena leerla por la descripción de la vida de los primeros pobladores de aquellas tierras inhóspitas, por ver lo que se consiguió con gran esfuerzo, formando una sociedad completa. Como el título dice, estos pioneros no decepcionan, pues se buscan la vida en un lugar donde es complicado hacerlo.
La trama secundaria de Emil y Marie es, para mi, lo que más desluce la novela, que contaba una historia sencilla, entretenida, que sabía transmitir el sentimiento del proceso que se ve en la novela, mientras que esa historia es un cliché muy predecible que, no obstante, culmina en una narración y una descripción bellísima que hace poca justicia a dicha trama.
Vista con perspectiva, la historia no es un prodigio argumental ni narrativo. Está bien contada, es interesante, pero muy sencilla y muy fluida. Su magia está en todo lo que transmite al ser leída, pues es un libro con una personalidad propia y unos personajes y un entorno que te atrapan. Así que, pese a su simplicidad, no tengo más remedio que recomendarlo por lo altamente disfrutable que me ha resultado.
La novela comienza y termina en Alexandra, una chica de origen sueco, a la que conocemos siendo una joven, dispuesta a trabajar pese a las adversidades generadas por la tierra, en la zona menos poblada del Estados Unidos de finales del siglo XIX, y a la que iremos viendo evolucionar a lo largo de su vida a través de grandes saltos temporales. Al principio es una adolescente que sufre viendo como se apaga la vida de su padre y como va a tener que tomar importantes decisiones acerca de la gestión de las tierras, del modo de vida que llevarán y en el que, a todas luces, ella será la cabeza de familia, la que cargue con todos los deberes y con la evidente falta de luces de sus hermanos varones.
Mediante saltos temporales, vamos viendo como Alexandra permanece en la tierra que hereda de su padre, pese a todos los cambios y todas las adversidades que van surgiendo. Estas dificultades son de toda índole, desde la personal, con el abandono de numerosos vecinos, incluidos Carl Linstrum, su amigo más íntimo, hasta la natural, con una tierra difícil de trabajar, sequías, la oposición de sus hermanos a sus iniciativas... pero Alexandra se mantiene contra viento y marea, fuerte, hasta ir consiguiendo sus objetivos.
No obstante, esta narración ligera y entretenida abarca mucho más pese a su extensión. Se nos muestra una galería de secundarios muy atractiva, donde se tocan diversos temas, como la moral social de la época, o la estructura de la misma, resultando muy interesante por ver las divisiones según la procedencia de los pioneros que dan título a la novela, desde países como Francia, Noruega, Suecia, Bohemia... resultando muy interesante ver como conviven culturas tan distintas, transformándose poco a poco en una misma identidad cultural.

Pero también merece la pena leerla por la descripción de la vida de los primeros pobladores de aquellas tierras inhóspitas, por ver lo que se consiguió con gran esfuerzo, formando una sociedad completa. Como el título dice, estos pioneros no decepcionan, pues se buscan la vida en un lugar donde es complicado hacerlo.
La trama secundaria de Emil y Marie es, para mi, lo que más desluce la novela, que contaba una historia sencilla, entretenida, que sabía transmitir el sentimiento del proceso que se ve en la novela, mientras que esa historia es un cliché muy predecible que, no obstante, culmina en una narración y una descripción bellísima que hace poca justicia a dicha trama.
Vista con perspectiva, la historia no es un prodigio argumental ni narrativo. Está bien contada, es interesante, pero muy sencilla y muy fluida. Su magia está en todo lo que transmite al ser leída, pues es un libro con una personalidad propia y unos personajes y un entorno que te atrapan. Así que, pese a su simplicidad, no tengo más remedio que recomendarlo por lo altamente disfrutable que me ha resultado.
UNA OBRA DE ARTE PARA ESTE LIBRO
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UP JERICHO - DANIEL GARBER |